Arquitectura sostenible

Me agarro a este término más técnico que literario para referirme al equilibrio, a la justicia, la igualdad y la amistad sobre las que deberían estar cimentados los valores de la sociedad. Bien es sabido por todos que no corren buenos tiempos, que el interés propio prima sobre el de los demás, hemos evolucionado hacia un grupo humano donde cada individuo se considera el centro de su propio universo, el de la ignorancia y la prepotencia, un universo donde es más importante lo que piensen de uno que lo que ese uno piense sobre sí mismo. Tal vez no sea la mejor manera de definirlo, pero me remitiré y lo reescribiré: primero me acepto yo, luego los demás.

En el campo de la aceptación hacia uno mismo se basan los primeros ladrillos de este edificio sostenible llamado “sociedad”. Centrarnos en nuestros problemas y alejarnos del exterior cuando a lo mejor es el entorno quien nos daña con esos problemas. ¿Y ahora qué hacemos? ¿Cogemos un libro de autoayuda y nos encerramos en la habitación a leerlo para mejorar nuestra autoestima? ¿O salimos ahí fuera y nos encargamos de que nada ni nadie nos afecte? El entorno, el grupo al que uno pertenece es, en muchas ocasiones, problema y solución, la relación causa- efecto que tantos quebraderos de cabeza dio a la filosofía, es creer y conseguir… La interacción con los demás nos ayuda a sostenernos a nosotros mismos pues nadie puede vivir en soledad, ni si quiera el ser más solitario del planeta estaría solo ya que siempre habría alguien queriendo relacionarse con él. Encerrarse en la burbuja de uno mismo y parir ideas no servirá de nada si no hay nadie que pinche esa burbuja y comparta tus opiniones. Acéptate a ti mismo, acepta al resto.

En este mundo donde los sueños son la más importante creación de una persona, donde encontramos un mundo enteramente nuestro, donde “la vida es sueño, y los sueños, sueños son”. ¿Por qué no aplicar esta célebre frase de un escritor aún más célebre? Convirtamos ese sueño perfecto creado en una noche en nuestra propia vida, regalémosle a los demás un pedacito de nuestro corazón, de nuestras ideas, es decir, vivamos juntos. Pero es ahora más que nunca cuando hay que unirse y no segregarse, es ahora cuando hay que juntarse para continuar hacia adelante, es ahora cuando debemos elegir entre lo que es fácil y lo que es correcto, ahora es el momento.

Así es como debe empezar este edificio social y sostenible.

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